Contribuyendo al liderazgo en descentralización que siempre ha caracterizado a la Universidad de Concepción, se creó el Laboratorio de Biotoxinas UdeC o LBTx-UdeC, dedicado a la detección y análisis de biotoxinas en muestras de mariscos y otros productos marinos destinados al consumo nacional y la exportación, siendo el primero de su tipo en la Región del Biobío.
Por Paúl Gómez / paulgomez@udec.cl / Fotografías: Gentileza LBTx-UdeC
Un equipo del Departamento de Oceanografía de la Facultad de Ciencias Naturales y Oceanográficas, conformado por la Dra. Allisson Astuya, que además es investigadora de los Centros COPAS Sur-Austral, y el recientemente creado COPAS COASTAL, la Dra. Alejandra Llanos y el Dr. Fernando Cruzat, emprendió la misión de liderar un laboratorio en la Región del Biobío para la detección de toxinas marinas, dada la creciente amenaza de Floraciones Algales Nocivas (FAN) en la zona. La Dra. Astuya señaló que “descentralizar la detección de toxinas marinas y potenciar la certificación local fue el motor que impulsó la implementación de este laboratorio; al no existir la infraestructura ni el equipamiento necesario en la región, las muestras debían mandarse a otras regiones, generalmente la Metropolitana. Al implementarlo acá, se ahorran recursos y tiempos que pueden agilizar una eventual y necesaria toma de decisiones, algo clave si se piensa en las FAN, conocidas como eventos de marea roja”.
El Laboratorio de Biotoxinas, o LBTx-UdeC, fue financiado a través del Fondo de lnnovación para la Competitividad Regional (FIC-R) del Gobierno Regional de Biobío, y acreditado bajo la norma ISO 17025, certificado otorgado por The International Accreditation Service (IAS),
Pero ¿para qué tener un laboratorio de biotoxinas en la Región del Biobío, considerando que no existen casos de mareas rojas en la misma?. Las floraciones de Alexandrium catenella se describieron en el Estrecho de Magallanes occidental a principios de la década de 1970 y han mostrado una progresión hacia el norte a través de la Patagonia chilena, culminando en el evento catastrófico alrededor de la isla de Chiloé en 2016. Este cambio ha tenido lugar a través de áreas costeras de baja densidad poblacional humana y, por lo tanto, es poco probable que la eutrofización impulsada por factores antropogénicos esté involucrada de manera significativa en su ocurrencia, al menos en el sur. Sin embargo, las actividades humanas, como el cultivo del salmón, pueden jugar un papel en la intensificación de las floraciones en las áreas más densamente pobladas del norte de la Patagonia, e incluso más allá de la misma.
Al respecto, la realidad es que en la Región del Biobío se ha detectado la presencia de microalgas reconocidas como productoras de toxinas, pero al no existir las condiciones para su crecimiento, hasta ahora no se han gatillado FAN y, por tanto, no son un problema. Sin embargo, esto no significa que se postergue la necesidad de analizar los productos, ni estudiar potenciales FANs ante fenómenos como varazones de organismos o creer que estos fenómenos naturales nunca podrían suceder. El equipo de LBTx-UdeC considera que hay que estar preparados, dado que las condiciones ambientales han ido cambiando, lo que podría favorecer la aparición de fenómenos tóxicos.
Actualmente, LBTx-UdeC ofrece el servicio de detección de veneno paralizante de mariscos (VPM) y veneno amnésico de mariscos (VAM), mediante la utilización de metodologías analíticas oficiales, además de screening in vitro para toxinas lipofílicas especialmente las del tipo veneno diarreico (VDM).
LBTx-UdeC cuenta con unidades asociadas, como el Área de Bioensayos in vitro (células de peces y mamíferos); el Área de Bioensayos in vivo (pez cebra y otras especies de interés acuícola a cargo de la Dra. Alejandra Llanos) para el estudio de los efectos y mecanismos de acción de toxinas e ictiotoxinas emergentes de interés, no reguladas por la legislación chilena; el Área Biología Molecular a cargo del Dr. Fernando Cruzat, enfocada en el desarrollo de marcadores moleculares de microalgas relacionadas con las floraciones algales nocivas (FAN) y biomarcadores complementarios a los bioensayos in vivo e in vitro; y el Área de Bioprocesos, para el escalamiento del cultivo de microalgas tóxicas con fines de investigación.
Durante el 2022, se espera que el LBTx-UdeC se incorpore a la red de laboratorios implementados en Chile capaces de analizar las toxinas de la marea roja presentes en muestras de mariscos. Para ello, se establecerá una colaboración con el Instituto de Fomento Pesquero (IFOP) para el muestreo mensual y el manejo de las muestras especialmente de la región. También se investigará otras toxinas menos conocidas o emergentes (ictiotoxinas) utilizando bioensayos celulares (mamíferos y células de peces) y utilizando peces cebra como modelo biológico. “La aplicación de nuestra tecnología esperamos que impacte en los servicios públicos a través del Servicio de Salud (Seremi de Salud) y los servicios de IFOP/Sernapesca para los recursos naturales y la pesca, que velan por la salud y la bioseguridad alimentaria e inocuidad. En conjunto con estas instituciones se espera implementar un sistema de alerta temprana de FAN basado en los logros del LBTx-UdeC”, puntualizó la Dra. Astuya.
Más información: aastuya@udec.cl
Last modified: 31 de mayo de 2023