A través del documento “Ciudad y territorio: protección del agua”, investigadores del Centro de Desarrollo Urbano Sustentables (CEDEUS) y otros colaboradores, entregan antecedentes del tratamiento del agua en las ciudades, desde el enfoque de un elemento crítico para la sustentabilidad de las ciudades
Por Paulina Véjar paulivejar@udec.cl | Fotografías: Gentileza CEDEUS
Las ciudades tienen una capacidad única de impactar y ser impactadas por las características geomorfológicas y culturales de los territorios en los que se emplazan, donde los ecosistemas coexisten con actividades humanas como minería, pesca, agricultura, entre otras. Así entonces, la sustentabilidad de ellas y del territorio en su conjunto, impone un desafío formidable a distintos niveles, debido a la complejidad de las relaciones e interacciones que se establecen. Un ejemplo de esto, es lo que ocurre con un recurso crítico como lo es el agua.
El Documento para Política Pública: Ciudad y Territorio: Protección del agua elaborado por Pablo Pastén, Jorge Gironás, Carlos Bonilla, Sandra Cortés, María Molinos, Alejandra Precht, Sonia Reyes, Javier Rivera, Ignacio Vargas y Alejandra Vega, investigadores del Centro de Desarrollo Urbano Sustentable y otros colaboradores, entrega antecedentes relevantes respecto del agua como un elemento crítico para la sustentabilidad de las ciudades, con el objetivo de servir de marco para la discusión constitucional sobre protección de recursos críticos para las ciudades y territorios. Además, de ser un insumo de información para la ciudadanía y sus organizaciones.
El ciclo urbano y periurbano del agua en Chile: avances y desafíos
La vida en las ciudades y comunidades depende de la disponibilidad de agua segura y suficiente. En Chile a nivel urbano, la cobertura de agua potable es de un 99,9% y a nivel rural, es cercana a un 80%. Las pérdidas físicas y comerciales de agua potable reportadas por las sanitarias en los últimos dos años, se han mantenido en valores cercanos al 33%, lo que contrasta con la situación de escasez hídrica que afecta a muchas regiones del país.
“Las fugas en los sistemas de distribución de agua significan no sólo el no uso del recurso para los fines que está destinado, sino también un deterioro en la calidad del servicio. El control eficaz de estas fugas podría mejorar sustancialmente la seguridad del suministro en el contexto de escasez hídrica actual y futuro”, agregó Jorge Gironás.
Además del consumo humano, el agua potable se usa para fines industriales, riego de jardines y mantención de áreas verdes. Se ha estimado que en el riego de un área verde de 100 m2 en Santiago, se utilizan 12,8 m3 de agua al mes durante el verano, lo que equivale al 43% de lo que consumiría un hogar promedio de 5 personas, en el mismo periodo. En sectores de altos ingresos, una parte del consumo de agua potable se destina a piscinas, lo que sumado al riego de extensos jardines explica que, por ejemplo, en Chicureo, el consumo per cápita alcanza los 1.120 litros diarios, mientras que, en San Pedro de la Paz, dicho consumo apenas supera los 11 litros diarios.
El documento también enfatiza que la búsqueda de nuevas fuentes y el reúso del agua cobra cada vez más importancia. El reúso de aguas grises (referidas a las aguas servidas domésticas residuales provenientes de tinas de baño duchas, lavaderos, lavatorios y otros), y negras (aguas residuales que contienen excretas), requiere adoptar estrategias de gestión y uso de tecnologías.
Desafíos y oportunidades
Junto a este documento, CEDEUS ha trabajado en la elaboración de otros informes, que ofrecen estudios sobre distintas temáticas relativas al desarrollo territorial, ciudades, protección de recursos, y mucho más. Se ofrecen como un insumo para analizar soluciones a una serie de demandas, en este caso a las consecuencias de la sequía y la distribución del agua. Los investigadores plantean que el agua debe considerarse en diversas dimensiones: a nivel de principios, a nivel institucional, a nivel del derecho humano al agua, a nivel del derecho a un ambiente sano y ecológicamente equilibrado, y en el contexto de desarrollo sostenible.
“El acceso universal a servicios de agua potable y saneamiento debe ser un derecho humano básico, pues estos recursos son indispensables para poder contar con una vida digna y saludable, erradicar la pobreza, y construir sociedades pacíficas y prósperas”, finalizó el investigador.
Más Información: www.cedeus.cl
Last modified: 27 de septiembre de 2024