Written by 14:42 Medio Ambiente

¿BOSQUES O PLANTACIONES?

La Serie Comunicacional CRHIAM “Impactos del cambio de uso de suelo en una cuenca urbana” presenta los efectos en los cursos de agua que tienen los cambios del suelo en las cuencas, debido a la actividad forestal.

Por: Antonia Elmes Merino, Belén Bascur Ruiz, equipo de Comunicaciones – Centro de Recursos Hídricos para la Agricultura y la Minería (CRHIAM)/ crhiam@udec.cl 
Imágenes: Gentileza CRHIAM
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En Chile, durante las décadas de los setentas y ochentas, se reemplazaron 200.000 hectáreas de bosque nativo por especies exóticas, una medida para utilizar suelos altamente erosionados y con baja productividad luego del mal manejo agrícola. Las plantaciones forestales abarcan en la actualidad más de 3 millones de hectáreas, según datos de CONAF (2023), con especies como Pinus radiata y Eucaliptus globulus, que representan el 60% y el 35% de las hectáreas de plantaciones respectivamente, de acuerdo a INFOR 2024. 

En este contexto, investigadores del Centro de Recursos Hídricos para la Agricultura y la minería (CRHIAM), publicaron la Serie Comunicacional “Impactos del cambio de uso de suelo en una cuenca urbana”, en la cual estudiaron el impacto que tienen los cambios en los suelos sobre las cuencas hidrográficas, en este caso sobre tres subcuencas de la cuenca de Nonguén.

La Investigadora adjunta CRHIAM, Dra. Fernanda Álvarez, explica que se “revelan diferencias claras que dependen casi exclusivamente del tipo de cobertura vegetal. En la subcuenca W, dominada por plantaciones de pino con faenas de cosecha recientes, la cantidad de sedimentos en suspensión que llega a los esteros es entre dos y tres veces mayor que la registrada en la subcuenca S, donde predomina el bosque nativo. La subcuenca N, con una mezcla de ambas coberturas, presenta valores intermedios”.

El documento indica que el cambio de bosque nativo por monocultivos forestales ha producido cambios en las propiedades físicas del suelo en las plantaciones, como la reducción y alteración de materia orgánica, lo que lleva a una mayor exposición del suelo ante las lluvias. Eventualmente, esto provoca erosión, un proceso natural de sedimentos, donde se produce remoción y desprendimiento de partículas, que luego son transportadas por las pendientes a zonas más bajas.

En cambio, el bosque nativo cuenta con sotobosques, los que protegen el suelo de la erosión, pues forman una capa de mantillo, cobertura del suelo compuesta por ramas, hojas y otros materiales orgánicos, que proporciona una mayor protección ante la acción de las lluvias.

Efectos de plantaciones forestales en la cuenca de Nonguén

La erosión de los suelos en plantaciones se produce por factores principalmente antrópicos. Entre ellos, las actividades productivas derivadas del trabajo forestal, como la apertura de caminos, construcciones y operación de maquinarias, la tala de árboles y la preparación de áreas forestales, que dejan expuestos los suelos a la acción de las lluvias produciendo la movilización de elementos traza y sedimentos en suspensión en el agua, llevándolos a los ríos, donde pueden afectar la calidad de agua, transporte de nutrientes y contaminantes.

La Dra. Álvarez señala que en los resultados observados en las cargas de sedimentos no se deben a cambios en la composición de rocas ni al clima, que es similar en las tres áreas, sino que “a la pérdida de mantillo y a la compactación del suelo que dejan las labores forestales”, lo que deja el terreno expuesto y “las lluvias arrastran partículas finas cargadas de elementos traza como hierro, aluminio y arsénico, que se incorporan al agua corriente” añade.

Al aumentar la turbiedad y elementos traza en la subcuenca W, el agua necesita más tratamiento antes de ser utilizada para consumo humano, y también se altera el equilibrio del ecosistema, ya que “el sedimento extra reduce la luz disponible para los organismos acuáticos y puede transportar nutrientes o contaminantes”, explica la investigadora. 

Finalmente, la Dra Álvarez hace hincapié en que “el estudio confirma que mantener el bosque nativo o aplicar prácticas forestales que reduzcan la remoción del suelo, es clave para proteger la calidad del agua y la biodiversidad del Parque Nacional Nonguén”.

Cabe destacar que esta serie se basa en el proyecto liderado por la Dra. Álvarez, junto con la geóloga Dra. Pamela Castillo:  “Efecto del cambio de uso de suelo en la geoquímica de la Cuenca de Nonguén y su impacto en la meteorización química”, financiado por la Vicerrectoría de Investigación y Desarrollo de la Universidad de Concepción. 

Last modified: 29 de agosto de 2025
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