Written by 20:18 Tecnología

Escuchando el corazón del kiwi

A partir de una necesidad de la industria, el equipo liderado por el investigador de la Facultad de Ingeniería Agrícola UdeC, Dr. Rudi Radrigán, desarrolló un equipo que permite clasificar la fruta según su firmeza, de manera automatizada, en la línea de proceso del packing, una herramienta clave para la planificación logística de exportación. El prototipo ya fue probado y se está negociando el licenciamiento de la patente a una empresa francesa.

Por Roberto Fernández Ruiz/ robertofr@gmail.com / Fotografías: Rudi Radrigán y Roberto Fernández

Read in English

La necesidad de mejorar la competitividad de la industria del kiwi exige abordar desafíos como mejorar la selección de la fruta según calidad y aumentar la automatización de procesos
como respuesta a la escasez de trabajadores.

A partir de una necesidad identificada en la exportadora Copefrut, el equipo liderado por el investigador de la Facultad de Ingeniería Agrícola de la Universidad de Concepción (FIAUdeC) y
director del Centro de Desarrollo Tecnológico Agroindustrial (CDTA), Dr. Rudi Radrigán Ewoldt, desarrolló un innovador sistema que, mediante el uso de ultrasonido, permite clasificar la fruta
según su firmeza, de manera automatizada, en la línea de proceso del packing.

Según recordó Erick Farías, agrónomo de poscosecha de Copefrut, el proyecto nació dada la inquietud de la empresa por determinar la dureza de la columela o “corazón del kiwi”, sin embargo, el interés derivó hacia la evaluación de la firmeza de la pulpa.

Según relató el profesor Radrigán, “estábamos trabajando con ultrasonido, entonces decidimos probar con esta tecnología y dio muy buenos resultados. Y después vimos que podíamos
determinar también la turgencia (firmeza), la densidad y el diámetro”, sostuvo.

Para la industria, la firmeza es un aspecto clave en la logística de exportación, sin embargo, los sistemas de selección que se utilizan arrojan una alta tasa de error, y son principalmente manuales. Por ello, el Dr. Radrigán junto a Sixto Rojas, comenzaron a trabajar en la solución.

“Desarrollamos la prueba, y luego la llevamos a la línea de proceso, donde logramos determinar las propiedades a una velocidad de 60 frutos por segundo”, resumió.

El investigador reveló que el proyecto nunca se adjudicó financiamiento externo, pues no fue seleccionado en ningún concurso. “Todo lo hicimos con recursos propios, de la Unidad de
Ingeniería del CDTA. Armamos nuestro primer equipo en 2010. Ya cuando tuvimos resultados fuimos seleccionados en un concurso de patentamiento de la Oficina de Transferencia y Licenciamiento (OTL-UdeC)”, describió, y añadió que “ahora que la tecnología está desarrollada, hemos tenido apoyo para la comercialización a través del Hub Apta”.

“Ya fue probado a nivel industrial. Lo que viene ahora es el licenciamiento. Para ello, estamos en conversaciones con la empresa francesa Maf Roda, dedicada a la fabricación de calibradoras de frutas”, adelantó.

El equipo

Explicó que el sistema consta de un computador con un software de adquisición de datos, y de un oscilador con cristales de ultrasonido. “Cuando pasa la fruta, se envía un impulso, un microcontrolador analiza la respuesta y el software seleccionador toma la decisión de mantener o cambiar la fruta de carril, según los parámetros de calidad ingresados”.

El Dr. Radrigán comentó que normalmente, en los packing hay entre 15% y 20% de fruta mal clasificada, un alto margen de error en comparación con la tasa de 0,06% de error del ultrasonido.

En esa línea, Erick Farías expuso que el gran beneficio del equipo es que permite segregar la fruta según su firmeza y tener un producto más uniforme, y así pueden definir a qué mercado enviarla,
pues mientras el viaje a Brasil dura diez días, el barco a Medio Oriente tarda entre 55 y 65 días. “Necesitamos tener la certeza de que la fruta pueda soportar en buenas condiciones esos viajes
extensos; así podemos enviar las que tengan menos condición a mercados más cercanos, como Latinoamérica, e incluso, la de firmeza inferior se puede destinar al mercado interno o a la
agroindustria”, afirmó.

Farías reconoció que hoy, la selección es, en gran medida, manual, pues depende de las operarias que palpan la fruta. “Tenemos algunos sistemas selectores de defecto que sacan una proporción, pero generalmente sacan sólo la fruta extremadamente blanda”, detalló.

Finalmente, el Dr. Radrigán vaticinó que “en el corto plazo, en las plantas va a haber unidades de ultrasonido para detección de calidad de fruta”, y no únicamente de kiwis, pues aseguró que
este sistema sirve para muchas frutas más.

Más información: Dr. Rudi Radrigán rradriga@udec.cl

Last modified: 1 de junio de 2023
Close