Written by 03:56 Arte y Educación

¿Cómo aprende el cerebro?

En los últimos años se han instaurado ideas como que usamos el 10% de nuestro cerebro. Este tipo de creencias sobre el aprendizaje a nivel neuronal es erróneo y se puede catalogar como neuromito. La Dra. Mabel Urrutia trabaja hace más de cinco años investigando el vínculo entre Neurociencia Cognitiva y Educación, dos disciplinas distintas que, combinadas, pueden revelar la verdad que esconde nuestro cerebro.

Por Ferlly Varela y Francisca Leighton
/ facueducacion@udec.cl
/ Fotografías: Sonja San Martín

Creer que existen tipos de aprendizaje; visual, auditivo y kinésico, es un neuromito popular; y lamentablemente afecta la práctica docente y su metodología. “El cerebro funciona en red, es multimodal y necesitamos todos los canales para aprender, somos un todo”, explica la Dra. Mabel Urrutia, académica de la Facultad de Educación de la Universidad de Concepción e investigadora dedicada a estudiar el funcionamiento del cerebro, aplicado a la Educación.

En 2018, la Dra. Urrutia, junto con un equipo de trabajo interdisciplinario conformado por los docentes de Ingeniería Civil Biomédica; Pamela Guevara y Esteban Pino, más la especialista en Lingüística Paola Alarcón y el investigador de Psicología Cristián Oyanadel, se adjudicó un proyecto que le permitió adquirir un equipo de electrofisiología portátil con sistema wireless para el estudio de metodologías didácticas innovadoras y su influencia en el aprendizaje a nivel neurocognitivo.

“Es una maquinaria muy sofisticada que permite medir la actividad cerebral de cuatro personas a la vez, junto con ver de qué manera están sincronizados frente a desafíos que se presenten en el aula. Esta funciona al colocar un gel en los electrodos presentes en un gorro, permitiendo amplificar la señal post sináptica a través del registro de ondas cerebrales y bandas de frecuencia”, explica la investigadora.

FUNCIONAMIENTO

El equipamiento llegó en julio de 2019 desde Alemania, y se capacitó a 15 personas para utilizarla. Desde agosto a octubre, el proyecto se distribuyó en dos electivos de estrategias de comprensión lectora: uno con metodología tradicional y el otro con una más interactiva, pero sólo se alcanzaron a registrar cinco sesiones, puesto que la recogida de datos quedó paralizada por el estallido social y la pandemia Covid-19.

En el proceso participaron voluntarios que firmaron un consentimiento informado para el uso del gorro de la maquinaria que, a través del gel y los electrodos, registra su actividad cerebral.

Entre los resultados preliminares obtenidos, los investigadores encontraron diferencias del método tradicional en relación con el método colaborativo. Las bandas de poder de frecuencia Alfa y Beta, que tienen que ver con procesos de memoria y recursos motores, se activaban en el primer método. En el grupo colaborativo se visualizó más Theta, que está relacionada con los procesos de resolución de problemas e implica que el estudiante está involucrado en el aprendizaje.

La Dra. Mabel Urrutia señala que, dentro de lo analizado, el episodio de la lectura obtuvo mayores diferencias en algunas bandas de poder: “podemos indicar que hay una evidencia empírica, acotada por supuesto, ya que el método participativo parece involucrar un esfuerzo cognitivo mayor, que podría llevar a un aprendizaje más significativo en comparación con el método más tradicional”.

La evidencia demostraría al detalle cómo funciona el cerebro con una metodología participativa. “Sería un aporte para otras facultades, porque podremos saber los diferentes momentos de un ciclo didáctico y así cambiar la forma de planificación curricular y contenidos a nivel de docencia”, indica la investigadora.

En 2021, la Dra. Mabel Urrutia se adjudicó el proyecto Fondecyt “Lectura en el aula para estudiantes de Pedagogía con problemas de comprensión lectora. Programa de intervención lectora y su efecto en la generación de inferencias: evidencias a partir de técnicas electrofisiológicas y de movimientos oculares”, que le permitirá vincular ambos proyectos.

La electrofisiología permitirá ver qué sucede en el cerebro de las personas con dificultades de comprensión lectora y se combinará con un nuevo equipo que puede registrar cuándo los participantes posan la mirada, el tiempo, los saltos en la lectura, entre otros. “Los procesos asociados a los movimientos oculares son de nivel léxico y la máquina, por su parte, aporta en medir el nivel discursivo. De esta manera, podremos tener una radiografía más completa acerca de los problemas de comprensión lectora de los estudiantes universitarios”, finaliza.

Más información: maurrutia@udec.cl

Last modified: 2 de noviembre de 2021
Close